viernes, 13 de abril de 2012

Nicaragua no es un caso aislado

Aqui pasan cosas parecidas. A finales de noviembre de 2011, una de las empresas proveedoras de Internet, Claro, bloqueó un blog que clientes descontentos abrieron para quejarse. Ustedes preguntarán: ¿quienes lo denunciaron? ¿quienes se dieron cuenta, salvo algunos de los "twitteros" y  "facebookeros"? Acciones como estas, claramente reprochables/deplorables, no están siendo tampoco cubiertas por los medios de comunicación tradicionales. Si emporios tecnológicos como Claro, pueden bloquear con facilidad un blog ¿Qué podemos esperar?

Yo creo que este tipo de cosas, pueden estar pasando y hay mucho que penar en cuanto a la libertad digital:

  • Posiblemente nos estén limitando velocidades de descarga en algunos sitios.

  • Prohibiendo publicidad de compañías competencias.

  • Borrar o bloquear páginas y contenido mediático específico por diferentes motivos: críticas, razones políticas, económicas, sociales.

Lo más grave aun así, es que este tipo de represarías están trascendiendo fuera de la red. Desde el mismo momento en que esto no se cubre por los medios tradicionales, se está ocultando la información a miles de nicaragüenses, que ciber nativos o no, tienen el derecho de conocer su realidad.



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¿Hay censura en la web?

Para contextualizar en el sitio web: http://www.derechos.org/ddhh/expresion/ encontramos una definición bastante acertada - pero aun así, extremadamente amplia- sobre el término: libertad de expresión. A continuación se anexa:

"El derecho a la libre expresión es uno de los más fundamentales, ya que es esencial a la lucha para el respeto y promoción de todos los derechos humanos. Sin la habilidad de opinar libremente, de denunciar injusticias y clamar cambios - el hombre está condenado a la opresión.
Por estas mismas razones, el derecho a la libre expresión es uno de los más amenazados, tanto por gobiernos represores que quieren impedir cambios, como por personas individuales que quieren imponer su ideología o valores personales, callando los otros."

Con este significado, hasta la filtración más sencilla podría ser catalogada como censura. A mi parecer, no es censura el hecho de que los comentarios y publicaciones que los  prosumers puedan hacer, pasen por filtros de palabras, que regulen el material que se comparte. ¿Marcar como despectivo comentarios como "negro mierda", "estúpido mongol", "Muerte a los homosexuales"; está mal?

Hay que revisar muy bien la "delgada" línea, de quién está trastocando a quien.

En el artículo de Pérez Oliva, M. (2011): Los trolls se apoderan del debate, publicado en El País, el 15 de marzo, se exalta una premisa que considero de gran importancia para este debate:
"El diario no debe dejarse amedrentar por quienes lo acusan de censura"
Esto también debería aplicarse, no sólo a los medios, sino a las redes sociales, foros de sitios web y blogs.


devdsp / Flickr / CC

Libertinaje digital

Está bien que todos podamos escribir, comentar, difundir y resaltar lo que nos llama la atención de la web. Tenemos espacios como facebook, twitter, blogger, wordpress y otros espacios para hacerlo. Pero ¿qué pasa cuando el contenido que se difunde es ofensivo, xenófobo, discriminatorio, y / o extremista?

No hay ninguna institución que realmente se encargue de la regulación de este tipo de contenidos. Es más, si en países desarrollados - el título sólo sirve para vanagloriarse frente a nosotros los "pobres inmigrantes" - como en España, instituciones que deberían velar por la seguridad ciudadana, como la policía y la guardia civil, se disculpa explicando que (parafraseando un artículo de, 2009, Moreno, A.G.): son más partidarios de la vigilancia y de la penalización de los comportamientos ilegales que de las restricciones o censura previa de mensajes en la Red.

Captura de pantalla de un vídeo en mi canal de youtube.

Vale más, vigilar y castigar a quien publica este cosas deplorables -que seguirían en la red-, que impedir que este contenido dañé la dignidad de otras personas. Yo creo que se está sobre-aprovechando el derecho de expresión: La idea no es ser imparcial, pero si respetar la integridad de las personas, ser tolerante y, dejar vivir.

La solución no es borrar grupos de facebook, fanpages despectivas, páginas web discriminatorias. Parafraseando aquella frase "matando periodistas no se mata la verdad": Borrando contenido no se borra el odio. Lo que se debe hacer, según creo es:
  1. Reformar la educación que se nos brinda sobre nuestros derechos. No sobre-aprovecharlos. Mucho menos capearnos con excusas tan malévolas como la censura.
  2. No olvidar las normas básicas de convivencia 
  3. Ser humilde, y reconocer que hemos errado en nuestro trato . (Cliché pero desgraciadamente cierto en este contexto)

Hay mucho que pensar en cuanto a libertad digital.

El internet eliminó el poderío mediático: Balanceó las relaciones entre los medios de comunicación y las audiencias, en una plataforma que promueve la participación activa, y que está en constante construcción por todos los web actores.
Sin embargo, creó también una disyuntiva inmensa: el dilema de los medios entre una psuedo-censura, o la apología al libertinaje.

    


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