martes, 30 de agosto de 2011

Para los que se van y no regresan

Para los que se van y no regresan

No se despidan

No extrañen Nicaragua

Entiérrense en el extranjero.

-Les será más saludables-

Hagan familia con una bibliotecaria gringa llamada Shirley

Con un periodista mexicano que responde por Juan

Con la bailarina rusa, Natasha

Con el mimo francés que vuelve a ver cuando escucha Jean-Piere.

Teman el día que sus hijos

Les pregunten ¿Por qué New York y no Managua?

¿Por qué Oslo y no Granada?

Para los que se van y no regresan

Aquí hubo gente que los quiere

Y los seguirá queriendo hasta la muerte.

lunes, 8 de agosto de 2011

Fundación psicodanza



Normalmente los sábados en las mañanas suelen ser días en los que los niños de entre 5 a 12 años, ven caricaturas, duermen unas cuantas horas de más, o pasan con sus padres haciendo mandados.
El caso de Panchito –mi hermano menor de 13 años, que sobrelleva un síndrome de Down leve- es diferente, sus momentos de ocio son bastante similares a las de cualquier persona de su edad, pero invierte las mañanas de los sábados, aunque la pereza lo invada frecuentemente, en recibir una hora de terapia danzante en el Recinto Universitario Ricardo Morales Avilés (RURMA).

Panchito entró firmemente con un sueño: bailar en el Teatro Nacional Rubén Darío; proyecto que se le cumplirá posiblemente en Diciembre, cuando la Fundación Psicodanza –promotores y docentes de esta iniciativa- presenten coreografías con los niños en una velada cultural.

Alrededor de 42 niños con capacidades diferentes se reúnen todas las mañanas de los sábados en un salón de dicho recinto. Los niños que ahí participan, son síndromes de Down, autistas, ciegos, entre otras capacidades diferentes, que han encontrado en la danza, en el baile, una terapia psico-correctiva que no sólo los integra, si no que desarrolla sus habilidades psicomotoras.

A Robertito (Roberto Montoya Chow) lo conocí en una velada del que fue el colegio de mi hermano hace 1 año: Rayito de Sol. Robertito bailó esa tarde el Thriller de Michael Jackson, y yo sólo me reía: que inocencia, que efusión que todos en esa tarde (que conmemorábamos el día mundial del autismo) nos levantamos y lo aplaudimos. El lleva casi un año en la fundación, y según su mamá, Doña Aleydita Chow, Robertito lo ha visto más desenvuelto en la sociedad, “contribuye al desarrollo integral, no sólo físico, si no que lo integrado”.

Otro síndrome Down que asiste a las clases de Psicodanza, es Jonathan Avellán, quién goza de fama fuera de las aulas pues hace unos cuantos meses ganó 2 medallas en el Torneo Intercontinental de Atletismo para Personas con Síndrome de Down y Deficientes Intelectuales, realizado en México.

Para quienes estén más interesados en información de cómo donar a esta organización sin fines de lucro visiten: http://www.fundacionpsicodanza.org/