¿Es algo santo contemplar
En una tierra rica y fructífera
A los niños reducidos a la miseria
Y alimentados por una mano fría y usurera?
William Blake
Los niños artesanos de la palma
Juegan al gato y al ratón con los guardias de seguridad
En la Universidad Centroamericana…
Su entrada está prohibida
Pero sus escuálidos cuerpos
Pasan por los barrotes
Y buscan los pasillos,
Las aulas,
Los cafetines,
Las mesitas,
La pasarela.
Son cuatro,
A veces dos.
Un niño panzón de tantos parásitos,
Con sus flores, chapulines y corazones de palma
Y su inseparable bolsa plástica.
Una niña murruca
Flaca flaca y en harapos
Y sus estrellas, pajaritos y cruces de palma,
Gritan una al otro:
“¡Corran! ¡Corran!
¡Ahí viene el cepol!”
Suben las escaleras
Y se esconden en los sanitarios.
-SHHHHHHH- “Van para la fuente, cambio”-SHHHHHHHHH
-“Copiado, copiado”-
-SHHHHHHH-“¿Dónde están?”-SHHHHHHHH
- “No sé… ¡Cambio y fuera!”
Los cuerpos flacos de los niños se disiparon en el aire.
No encontraron palmas ni clientes para sobrevivir.
Managua, marzo 2011.
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