Que triste es un circo abandonado
sin luces,
payasos,
palomitas,
gaseosas,
juguetes luminosos,
risas, asombros
y miedo.
¿Será posible que entre tanta
oscuridad carpense,
los leones quieran comerse a sus domadores?
Un salto mortal fallado,
una decepción,
una muerte...
Así es un circo abandonado,
sin luces,
sin risas,
sin payasadas.
Pues la boletera cerró su taquilla
y no va a abrir
hasta nuevo aviso.
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